Los efectos beneficiosos de una alimentación sana, se ven potenciados cuando se practican otros hábitos de salud: aire puro, agua, sol, ejercicio físico, reposo, abstinencia de tóxicos y buena disposición mental. Todos ellos forman en conjunto un formidable programa de vida sana. Practicarlos con entusiasmo hará que esta Tierra sea para usted un trocito de cielo.
La alimentación es el hábito que más influye en nuestra salud. No sólo el tipo de comida, sino también el momento y la forma de tomarla afectan decididamente nuestro organismo.
Tipos de Alimentación
Cárnica: La carne y el pescado son sus componentes básicos. Este tipo de alimentación aporta un exceso de proteínas y grasa, con repercusiones negativas para la salud. Por ejemplo: exceso de ácido úrico y de colesterol, putrefacciones intestinales, y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas isquémicas (infarto, angina de pecho) y de cáncer.
Omnívora: Es la alimentación que siguen la mayoría de las personas, que comen de todo. Incluye una amplia gama de productos de origen animal y vegetal.
Ovolactovegetariana: Esta excluye la carne, el pescado y las aves. Incluye huevos y lácteos en cantidades pequeñas o moderadas, y sobre todo vegetales: cereales, fruta, hortalizas (verduras, legumbres y tubérculos). Está reconocida como una dieta satisfactoria desde el punto de vista nutritivo, fácil de seguir, apropiada para los niños, y con muchas ventajas respecto a la alimentación omnívora.
Conviene que en los adultos se limite el consumo de huevos a tres por semana, y se tomen los productos lácteos descremados, para evitar un excesivo aporte de colesterol.
Lactovegetariana: Sólo incluye la leche y sus derivados como alimento de origen animal. Es igualmente satisfactoria en cuanto a aporte nutritivo. Las proteínas de la leche complementan y enriquecen las proteínas vegetales, de manera que resulta fácil obtener todos los aminoácidos esenciales. Es preferible que se usen productos lácteos descremados, especialmente los adultos.
Vegetariana Estricta: También llamada dieta vegetariana o veganista. Sólo incluye alimentos vegetales, sin ningún producto de origen animal. Aporta todos los nutrientes necesarios, proteínas y vitamina B12 incluidas, siempre y cuando se tengan ciertas precauciones a la hora de seleccionar y combinar los alimentos.
Este tipo de alimentación presenta interesantes ventajas respecto a la dieta omnívora y es a la que mejores resultados consigue en la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas, como la arteriosclerosis (problemas circulatorios, angina de pecho, infarto miocardio), las afecciones reumáticas y el cáncer, entre otras.
Según se cree, el 90% de todas las enfermedades, sin contar las infecciones y los accidentes, está relacionado con la alimentación. Esta es un proceso voluntario y consistente, y por lo tanto, educable. Depende de una decisión libre del individuo. Por ello, un cambio en los hábitos alimentarios hacia otros más sanos, requiere de un profundo convencimiento.
Comentario Personal
El 90% de las enfermedades que se desarrollan en el organismo humano están estrechamente relacionadas con la alimentación.
Por consecuente podemos afirmar que si nuestra alimentación es buena nuestra salud será buena y viceversa.
El 90% de las enfermedades que se desarrollan en el organismo humano están estrechamente relacionadas con la alimentación.
Por consecuente podemos afirmar que si nuestra alimentación es buena nuestra salud será buena y viceversa.
Cada persona tiene un tipo de alimentación este se ve afectado por su entorno; esto lo menciono porque en ocasiones sigue el tipo de alimentación que su familia le dio, también entra la religión, las costumbres, las amistades, el lugar en el que habita (alimentos disponibles), entre muchos mas.
Existen varios tipos de alimentación, todas tienes sus ventajas, por supuesto unas mas que otras y del mismo modo sus desventajas.
El importante inclinarnos por la que sea de nuestra preferencia pero que al mismo tiempo beneficie a nuestra salud. Una recomendación es que la persona asista con un nutriólogo para que lo oriente en estos temas y le enseñe a llevar una alimentación sana, para así tener un buen estilo de vida.
Ortorexia nerviosa - Cuando comer sano deja de ser sano
Está surgiendo un nuevo tipo de trastorno alimentario, que consiste en obsesionarse por mejorar el estado de salud a través de la alimentación. La Asociación suiza para la alimentación afirma que esta nueva ola de obsesión alimentaria, conocida como “ortorexia” u “ortorexia nerviosa” —del griego “orthos”, que significa recto y correcto, y “orexis”, apetito—, está alcanzando proporciones alarmantes.Ya sea en busca de una cura para un trastorno específico, o simplemente excediéndose en su preocupación por llevar una alimentación sana, los ortoréxicos desarrollan sus propias reglas alimentarias, cada vez más específicas. Dedican cada vez más tiempo a resolver cómo cumplir su régimen dietético autoimpuesto y se ven obligados a planear sus comidas con varios días de antelación. Tienden a llevar un “equipo de supervivencia” con su propia comida cuando salen, ya que no pueden comer los alimentos disponibles por miedo a las grasas, las sustancias químicas o el ingrediente al cual le tengan fobia. Para seguir un régimen de este tipo estas personas hacen prueba de una gran fuerza de voluntad, lo que hace que se consideren superiores a las personas que no son capaces de semejante autocontrol. “Alguien que se pasa el tiempo comiendo galletas de quinoa y tofu puede sentirse tan santo como si hubiera dedicado su vida a ayudar a los desamparados”, señala el Dr. Steve Bratman, que fue el primero en describir la ortorexia en 1997. Por el contrario, si el ortoréxico rompe sus votos y sucumbe a la tentación de los alimentos “prohibidos”, se siente culpable y corrompido, lo que les lleva a castigarse con reglas dietéticas aun más estrictas o con abstinencia. Este comportamiento es similar al de las personas que sufren anorexia o bulimia nerviosa, sin embargo, los anoréxicos y bulímicos se preocupan por la cantidad de comida que consumen, mientras que los ortoréxicos se obsesionan con la calidad de la misma.En Europa se nos bombardea actualmente con información sobre lo que es “bueno” y lo que es “malo”. Los temores relacionados con los alimentos y el movimiento de defensa de la alimentación orgánica han añadido complejidad a las decisiones que las personas tienen que tomar en materia de alimentación. La Dra. Bettina Isenchmid, especialista en trastornos alimentarios en L’Hôpital de l’Isle de Berna, cree que este enfoque sobre los alimentos buenos y malos es problemático y provoca, en la sociedad occidental moderna, una relación cada vez más neurótica con la alimentación. La salud es ahora una consideración importante para los europeos a la hora de planificar el menú. ¿Cómo podemos lograr dar a la alimentación sana su justa importancia sin que se convierta en una obsesión?Como en la mayoría de los aspectos de la dieta, la clave reside en la moderación. Cualquier cambio en la elección de los alimentos que forman parte de su dieta debe hacerse de forma gradual y de una manera que encaje con los gustos y el estilo de vida de cada persona. Llevar una alimentación sana debería tener un efecto positivo para la salud sin por ello dejar de disfrutar de la vida o ver afectadas las relaciones con los demás. Para dilucidar si alguien tiene en mente alimentarse de forma sana o si se está obsesionando con el asunto, sugiérale que pruebe el “test del Dr. Bratman para la ortorexia”
Comprendiendo las alergias alimentarias
Hoy en día, cerca del 3% de la población adulta sufre de alergia a componentes alimenticios. Entre los niños esta cifra se eleva a cerca del 8%, principalmente porque su sistema inmunológico no está completamente desarrollado. Las alergias alimentarias son respuestas del sistema de defensas de nuestro cuerpo hacia una sustancia que se encuentra dentro de algún alimento. A ésta se le llama alérgeno. El alérgeno es quien desencadena las diversas reacciones ocasionando que se secreten una serie de sustancias que producen los síntomas característicos. En la mayoría de las personas, los síntomas de las alergias alimentarias son generalmente leves. Sin embargo, algunas personas pueden sufrir una reacción alérgica aguda muy grave que puede llegar a causar la muerte si no se trata de inmediato. Las alimentos que pueden desencadenar una reacción alérgica más comunes son: - cacahuates - nueces - mariscos - pescado - leche de vaca - huevos de gallina - soya - trigo - fresas - chocolates
- Otros alergenos alimenticios incluyen las avellanas, trigo, camarones, arvejas, lentejas y soya. Los cacahuates constituyen un problema preocupante porque son: - El alergeno más frecuente después de los 3 años (38% de los casos). Los alimentos más propensos a provocar una reacción alérgica en los adultos son:
La frecuencia de la alergia a las manzanas, avellanas y apio puede deberse a la asociación de este alergeno alimenticio con el polen. Esta asociación aumenta con la edad. Algunos de los síntomas más comunes de las alergias alimentarias son:
-Inflamación
-Secreción de moco
-Secreción de moco
-Comezón
-Dolor abdominal
-Náusea
-Náusea
-Vómito
-Diarrea
-Hemorragia gastrointestinal
-Comezón en la boca
-Urticaria
-Inflamación de la piel, boca, garganta, lengua
-Inflamación de la piel, boca, garganta, lengua
- Enrojecimiento
- Congestión nasal y estornudos
-Asma
-Tos
-Inflamación de la garganta
-Presión baja
La capacidad de desencadenar una reacción alérgica en algunos de ellos desaparece cuando se cocinan o se procesan. Si crees tener alguna alergia alimentaria, acude a un médico para que te evalúe y te realice las pruebas correspondientes.
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